domingo, 13 de mayo de 2012
¿Un pais en la mochila?
Menos mal que el bueno de Labordeta hizo un recorrido físico por España y no decidió hacerlo metafórico por el conjunto de normas que rigen nuestra convivencia, porque de lo contrario no le hubiese llegado con toda la población sherpa cargada con las más grandes de sus mochilas para llevar todo el conjunto de normas que regulan nuestra convivencia. ¿Os habéis fijado en la barbaridad de leyes, reales decretos, reales decretos ley, órdenes ministeriales, normas de desarrollo, etc, etc, que tenemos en España? Evidentemente la mejor manera de controlar a la población es generando tal cantidad de normas que sea imposible para el ciudadano moverse entre ellas. Lo han conseguido, ni ellos mismos son capaces de entender lo que han hecho, pero es igual, la premisa principal es que la Administración tiene todas las facultades, poderes y capacidades, y el ciudadano ninguna de ellas. Es tan brutal lo que está pasando que nos encontramos, por ejemplo, con que el manual para la declaración de la renta de este año tiene ¡más de 900 páginas! ¿a que mente enferma se le ha ocurrido todo esto? ¿algún funcionario es capaz de dominar alguna materia, cuando están obligando al ciudadano a cumplir con todas estas normas? ¿nos hemos vuelto locos? La respuesta es no, no nos hemos vuelto locos, está todo muy pensado y calculado para hacernos la vida imposible, controlarnos, impedirnos pensar y protestar, hacer que necesitemos abogados, procuradores, notarios y demás hasta para ir al WC, y todo ello con una espada de Damocles sobre nuestras cabezas, no podemos permitirnos incumplir un requisito, un plazo o saltarnos una coma de una de estas normas, de lo contrario estaremos perdidos, todo el peso del Estado de Derecho caerá sobre nosotros y seremos castigados o privados de los beneficios a los que tenemos derecho. Además, desde hace unos años se ha ido acrecentando el barullo legislativo hasta extremos insospechados, ni los que llevan la parte de legislación consolidada del BOE son capaces de seguir esta locura. Vivimos en el estado de los Reales Decretos de fin de semana, dictados con nocturnidad y alevosía y que noa cambian nuestras reglas de juego sin que nos enteremos. Es hora de empezar a tratar de cambiar todo esto, la Administración tiene que estar al servicio del ciudadano, porque entre otras cosas es el que paga, no para hundirlo en la miseria. Me gustaría que los que nos gobiernan pensasen un poco en todo esto, aunque se que no es posible (por lo de pensar, digo), pero creo que es nuestro deber alzar la voz y empezar a pedir cordura.
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